Cíclicas

Siempre supimos desde que nos bajó por primera vez la regla de que algo había cambiado, el simple hecho de que desde nuestras entrañas brotara sangre, dejaba de ser un simple hecho.
Ahí es cuando todo cambió, y cuando dejamos de ser niñas para transformarnos en mujeres, mujeres capaces de albergar vida, mujeres cíclicas.
En ese momento, es cuando el juego del círculo completo comienza, donde una y otra vez vuelve a empezar nuestro ciclo menstrual, donde nuestras emociones van y vienen como una montaña rusa, donde nos vemos dominadas por nuestras mejores amigas o a veces enemigas, las hormonas, donde la Luna, nos empieza a regir, y nuestro cuerpo comienza una danza entre nuestro biorritmo y las mareas gravitacionales de ella.
Así de ligadas es que estamos al cosmos, así de tanto nos pertenecemos.
Y es que, no podemos negar nuestro tan estrecho lazo,tan luminosa, inmensa, hermosa e imponente, Luna, que nos marca cada comienzo y cada fin de nuestro ciclo, que nos llena de femineidad, que nos ayuda a sentirnos parte del todo cuando por un instante sentimos que no pertenecemos a este mundo.
Sí mujeres, si! somos más que parte de este mundo, somos regidas por él.
Así que no perdamos la oportunidad de sentirnos en sintonía con el Todo, con la naturaleza, porque somos parte de ella y no unas extrañas.
Seamos conscientes de este poder que compartimos con la Luna, con sus fases, con sus mareas gravitacionales, nos rige como rige a todo nuestro entorno, las plantas, los animales, los mares, nos marca etapas, nos marca los momentos propicios para los buenos comienzos y nos marca momentos para culminar. Aprovechemos todo esto de lo que cada día mas estamos alejadas, aprovechemos para volver a nuestros orígenes naturales.
Mujeres y Luna, regidas por un mismo ciclo, bellas, inmensas y luminosas, llenas de amor incondicional, llenas de poder en nuestro interior.

-Lorena Monti-