Con Esperanza...

Realmente duele, duele ver como la humanidad está tan despegada de lo que somos.
Estamos tan alejados, tan ciegos de nuestra realidad, viviendo un mundo inventado y superficial. Creemos que la realidad en que vivimos es la realidad absoluta, creemos que todo lo sabemos y somos superiores a otra especies, nos creemos dueños de este mundo, cuando no somos más que una parte del él, una parte del todo.
Hemos perdido todo tipo de conexión con lo que somos, con lo que es, y con lo que hay.
Hemos perdido conexión con nosotros mismos, con nuestro espíritu, con la naturaleza, con los elementos, con el Universo, con el cosmos. Vivimos como entes individuales y vacíos, viviendo una vida llena de frustraciones, de tristezas, de superficialidades, de enfermedades; una vida inventada para involucionarnos como seres, y mantenernos quietos, controlados. Una vida sin propósito real.
Realmente creo que el ser humano, está viviendo una era de desamor, de falta de luz, de falta de humanidad, de falta de comprensión, de falta de conexión y simpleza que nos enferma y que nos lleva a la destrucción, no solo la destrucción de nosotros mismo, sino de todo lo que nos rodea, que no es más que una víctima de nuestras malas decisiones, de nuestros malos actos, de nuestro egoísmo, de nuestra soberbia, de nuestra codicia.
Nosotros, seres humanos, con capacidades intuitivas, con capacidad de amar, con capacidad de inteligencia emocional y espiritual, ¿por qué destruimos y nos alejamos de lo que somos parte?, porque no somos más que parte del gran todo, no somos más que nada ni que nadie por tener esas virtudes que nos caracterizan como seres humanos; y dicho esto, ¿por qué no utilizamos estas características para realmente defender lo que somos, para defender de donde provenimos, para defender esta Tierra, este Universo, este amor que llevamos dentro, esta luz, esta humanidad que se está perdiendo, esta conexión que nos vuelve al espíritu?
Deberíamos pensar más en estas cuestiones pragmáticas y prácticas que vienen desde el origen, desde momentos inmemorables, para volver a ser lo que realmente está en nuestra esencia como seres humanos espirituales, como parte de este todo. Deberíamos desprogramarnos de este mundo irreal en el que vivimos, para volver a nuestras raíces y poder renacer.

Con amor y esperanza a un mundo mejor.

-Lola Monti-





Comentarios

Entradas populares