Sanando con la Naturaleza
Y si te digo que cuando sales a la naturaleza, todos tus problemas se suprimen... me creerías?
Lo más probable es que no lo hagas, pero te diré que es verdad, funciona. Porque cuando nuestro cuerpo vuelve a su lugar de origen, su salud mitocondrial se renueva, se reestablece. El simple hecho de caminar al rededor de árboles, inhalar su exhalación, ver su verde, sentir su frescor, caminar desclazos por la misma tierra que los contiene, todo eso, todo eso nos vuelve a un lugar de sanación, a un lugar de paz, de amor incondicional e infinito, del cual somos parte.
Volvemos a respira, las celulas de nuestro cuerpo comienzan a respirar y a sanarse, comienzan a relacionarse sanamente con su medio intersticial. Todo funciona correctamente y el intercambio electrolítico es el adecuado para sanar.
Si te sientes enfermo, simplemente sal a caminar por el bosque, camina entre los árboles, conecta, respira, cierra los ojos, siente como el viento que pasa a través de ellos acaricia tu piel, tu rostro, como limpia cada cm de tu cuerpo. Siente tus pies descalzos sobre la tierra, conecta con ese poder. Levanta la mirada al cielo, mira las copas de aquellos árboles, miralas como se mecen con el viento, observa mas allá, cierra los ojos e imagina conectar con el cielo, porque lo haces, lo estas haciendo. Eres el nexo perfecto entre Cielo y Tierra, y eso te sana, porque te completa, reestablece tu energía y tu equilibrio natural. Hazlo a diario, cuantas veces te sea necesario.
Simplemente siente con todo tu corazón. Eres parte de este mundo, de este ecosistema, Tú pertences a Él, Él no te pertence a ti. Déjate amar por el entorno, sientete amado, sientete uno.
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